Los Pies y El Caminar del Bebé

 LOS PIES Y EL CAMINAR DEL BEBÉ

Cada bebé tiene su propio ritmo para desarrollar sus habilidades. El caminar es también una habilidad que se aprende y se realiza cuando el cuerpo del bebé está preparado para soportar su peso y efectuar el balance necesario. No se debe forzar al bebé a ponerse de pie ni a caminar, si el bebé no lo hace es porque sus huesos y músculos aún no están preparados y si lo forzamos podríamos ocasionale lesiones o problemas futuros.

Hay bebés que comienzan a caminar antes del año de edad, otros pueden tardar hasta el año y medio, este rango es considerado normal. Si al cumplir el año y medio el niño no camina deberá ser evaluado para descartar problemas como pie plano o alguna lesión.

 

 CARACTERISTICAS DE LOS PIES DE UN BEBÉ

• Son planos, debido a la porción de grasa en la bóveda plantar del pie.
• Están desviados hacia adentro, debido a su posición dentro del útero.
• Las piernas son arqueadas en forma de parentesis ( ), debido a su posición dentro del útero.
  
  
  
  
  
• Al comenzar a caminar lo hace arqueado, el niño aún está aprendiendo a dominar su cuerpo, a cargarlo y equilibrarlo, conforme vaya creciendo va ir adquiriendo la postura correcta.

Estás características se van corrigiendo progresivamente por sí solas y se consideran normales hasta los 4 años, por lo que no es  necesario consultar al traumatólogo. Sin embargo, si el niño tuviera pie plano laxo o de grado 4 (el máximo) se puede detectar apartir de los 2 años y para lo cual si es recomendable un tratamiento con plantillas o zapatos ortopédicos. Es fácil de reconocer esta condición porque el bebe presenta un pie gordo y redondo.

 RECOMENDACIONES PARA UN BUEN DESARROLLO DE LOS PIES DE LOS BEBES

• Caminar sobre las puntas fortifica los músculos de las piernas, pies y arcos.
• Caminar descalzo o con medias es beneficioso porque el pie crece normalmente y desarrolla musculatura, fuerza y fortalece la acción de agarre de los dedos para tener mayor seguridad y equilibrio. 
• Usar zapatos con materiales suaves para garantizar su flexibilidad, con suelas antirresbalantes, puntas redondeadas, que se sujeten bien al tobillo y que no sean ajustados. 
• Cambiar la talla de zapatos frecuentemente, ya que entre el primer y segundo año se incrementará una talla cada 3 meses aproximadamente; entre los dos y  tres años cada 6 meses; entre los tres y cuatro años cada 9 meses y a partir del cuarto año una talla anual.
•  Evitar la “herencia” de zapatos porque estarán deformados de acuerdo a las características del bebé que los usó.
• No dejar sin supervisión al bebé cuando comenza a caminar, al descubrir una nueva perspectiva del mundo querrá ir tan rápido como cuando gateaba, pero no tiene la suficiente destreza para hacerlo y se caerá, se tropiezará, se enredará hasta con sus propios pies.
• Dejar al bebé aprender por sí mismo a tener cuidado y adquirir las destrezas y habilidades necesarias. 
• Revisar constantemente los pies del bebé, si presentan alguna deformación, irritaciones en la piel, uñas descoloridas, etc. consultar al pediatra.
• Evitar sentarse en “W”, las piernas hacia fuera, rodillas hacia adentro y pies hacia adentro.
• Aunque el niño ya camine de forma normal, es necesario realizar revisiones hasta la adolescencia. 

Si observa que su bebé no presenta un avance con el tiempo en sus habilidades y destrezas para caminar bien, debe consultar con un ortopedista. Como toda lesión y dolencia el diagnostico y tratamiento precoz siempre será lo mejor.

Bebé sobre puntas, fortaleciendo músculos.      Niña sentada en "W".

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