martes, 24 de febrero de 2015

Pies de los Bebés



PIES DE LOS BEBÉS




Los pies son la construcción mecánica más compleja del cuerpo humano. Cada uno de ellos cuenta con un conjunto de 26 huesos, 33 articulaciones, más de cientos de ligamentos, tendones y innumerable terminaciones nerviosas.


Los pies de los bebés están formados casi completamente por cartílagos, la misma sustancia flexible que forma nuestras orejas y nariz y que se calcificarán durante los primeros años de vida. Por ser tan blandos, los pies de los bebés necesitan calcetines y zapatos suaves, porque un calzado rígido o apretado podría causar deformaciones.


Se estima que solo un 40% de la población adulta adquiere un patrón de marcha correcto, debido a errores en la elección de los zapatos durante la infancia. Un correcto desarrollo motor de pies y piernas se adquiere caminando mucho y sobre diferentes superficies: arena, grama, terrenos irregulares, cuestas, etc.


Todos los bebés tienen los pies planos hasta los 3-4 años debido al tejido adiposo que se encuentra en el arco plantar. Muchas de las anomalías de pies y piernas son temporales en los bebés, e irán desapareciendo gradualmente.


El ritmo de crecimiento de los pies en los niños es muy rápido. Hay que cerciorarse que la talla del calzado es el adecuado, medirlos a menudo y cambiar zapatos frecuentemente.

No se debe traspasar los zapatos de un hermano a otro, pues los pies son anatómicamente diferentes y cada niño tiene diferentes puntos de apoyo y una forma distinta de andar, por lo que los zapatos pueden deformarse. Caminar con unos zapatos heredados puede resultar molesto y provocar heridas que impidan el correcto desarrollo de pie del niño.


Los pies de los niños suelen sudar más que los de los adultos. Por eso es necesario que los zapatos estén hechos de materiales naturales y transpirables, y que los niños tengan más pares para cambiarlos  con frecuencia.

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