La importancia de un buen calzado
Pocas veces consideramos la salud de nuestros pies como parte de nuestro
estado de salud general. Los pies resisten el peso de todo el cuerpo y están en
constante actividad durante el día. Ya sea que se esté parado, en movimiento o
incluso sentado, el pie realiza un esfuerzo considerable que solo puede ser
contrarrestado con un buen calzado. El uso
de un calzado inadecuado puede causar problemas de circulación, deformaciones
óseas del pie, modificaciones estructurales del tobillo, rodillas,
cadera y columna vertebral y fatiga.
La Asociación Española de Medicina y Cirugía de Pie
y Tobillo afirma que el 40% de la población sufre patologías podológicas y que
el 85% de los afectados son mujeres, por lo que es importante recordar que los
zapatos más que un accesorio, son una prenda fundamental para la salud.
Algunas recomendaciones para comprar los
zapatos adecuados para tener una buena salud:
- Asegurase que la talla sea la adecuada. La talla puede variar dependiendo de la horma, el modelo o la marca. Lo importante es que se sienta cómodo y a gusto al medírselo. Los zapatos se deben ajustar perfectamente a su talón y que los dedos del pie no queden justos. Casi todas las personas tienen un pie más grande que el otro por lo que al momento de elegir el calzado debe hacerse en función del pie de mayor tamaño.
- Al momento de probarse los zapatos se deben caminar con ellos y comprobar que ajusten bien en todas las partes del pie. No esfuerce el pie a entrar en zapatos pequeños o apretados, ni piense que pueden estirar tras su uso constante.
- Es preferible comprar los zapatos a final de la tarde cuando los pies están algo hinchados por el trajín del día. Así se asegura que el pie no va a quedar justo en ninguna hora del día. El pie no se debe adaptar al zapato, sino al contrario.
- Los zapatos de tacón bajo (de 2 a 4 cm máximo) son más cómodos, más seguros y menos perjudiciales para la salud respecto a los zapatos de tacón alto. El uso de tacones de más de 4 centímetros pueden generar problemas de salud no sólo en los pies, sino también en rodillas, caderas, columna e estimula la aparición de las venas varices.
- La calidad es importante. Las suelas deben ser flexibles, anti-resbalantes y con un grosor aproximado de dos centímetros porque ayudan a amortiguan al caminar. Una suela muy gruesa puede generar problemas en la pisada, mientras una muy delgada no permite que haya un soporte adecuado que proteja el pie ni el resto del cuerpo. Un buen zapato está hecha en cuero, lycra u otro material que permite la aireación de transpiración y se adapte al pie.
La fatiga es
el resultado más común e incomodo, pero menos grave de un mal calzado. En ese
caso es necesario que ponga los pies en alto para que reposen y la sangre
circule con facilidad. Priorizar la moda
antes que la comodidad del pie puede ocasionar lumbalgias y enfermedades
articulares degenerativas en el tobillo, la rodilla y la cadera a mediano y
largo plazo. Si usted ya presenta anomalías en su pie, aún cuando no sean
dolorosas, es mejor acudir al especialista.
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