Infinitas
lesiones tanto de tejidos duros (pie, tobillo, rodillas, cadera, columna), como
tejidos blandos (músculos, tendones, ligamentos) pueden tienen un origen común: una
alteración biomecánica en la pisada. El patrón de movimiento que produce el
cuerpo al desplazarse y el impacto del pie contra el suelo son factores influyentes.
Las
extremidades inferiores permiten los movimientos necesarios para sostener el resto
del cuerpo erguido sobre cualquier tipo de suelo, ya sea un terreno irregular,
empinado, rocoso, etc. y absorben los mayores impactos al caminar, correr o
brincar. En algunos casos existen alteraciones anatómicas y fisiológicas del
aparato locomotor que impiden un óptimo desempeño de la biomecánica al andar.
Los
estudios de la biomecánica de la marcha indican distintos valores de los tres planos
de rotación del pie (plano coronal, plano transversal y plano sagital) en las
diferentes fases de apoyo del pie. Ciertos rangos de inclinación son considerados
normales y otros fuera del rango ideal. Estos valores pueden ser utilizados
como indicadores de predisposición a padecer de distintas lesiones o pueden ser
usadas para la confección de plantillas personalizadas para reducir los
riesgos.
EJEMPLO (en el plano coronal de un paciente pronador): Al observar la "´Linea de Helbing" y medir el ángulo que se forma entre el eje medio del gemelo y el eje medio del retropie a nivel del talón de Aquiles deberían de formar una línea recta (o un ángulo de 180°). En los adultos se considera fisiológicamente "normal" cualquier valor entre 180° a 174° (es decir, entre 0° y 6° de inclinación) en estática; y en los niños hasta 171° (es decir, hasta los 9° de inclinación).
Línea Helbing (ángulo de 7° y 4°) |
Cuando
se produce un exceso o déficit en cualquier movimiento del pie se produce una
reacción en cadena sobre el resto de las estructuras corporales (tanto muscular como articular sobre tobillos, rodillas, cadera, columna, espalda, etc.) ya que los pies
son las bases que sostienen nuestro cuerpo. Algunas afecciones asociadas a alteraciones
en la pisada son:
- Dolor punzante en el ligamento lateral interno (parte interna de la rodilla)
- Dolor
en el tendón rotuliano (rodilla)
La reacción en cadena de la písada sobre las rodilla. - Lesiones de rótula (rodilla)
- Meniscopatías (rodilla)
- Periostitis
- Dolor de espalda
- Lumbalgias
- Dolores ciáticas
- Esguinces
- Tendinitis
- Fascitis plantar
- Periostitis tibial
- Síndrome de la cintilla iliotibial
- Fracturas de estrés
- Dismetrías o diferencias en la longitud de los miembros inferiores, etc.
Muchas lesiones deportivas, incluso de
distintas disciplinas, tienen su origen en los pies y pueden ser evitadas. Estudios
de la pisada y marcha son fundamentales para prevenir cualquier lesión. Al
existir cualquier alteración biomecánica en la pisada, el uso de plantillas personalizadas reduce el riesgo de lesionarse al controlar el movimiento que causa
la reacción de cadena de la pisada hacia las estructuras superiores. Asimismo,
las ortesis favorecen la recuperación y previenen recaídas. Una vez que
controlas el movimiento causante de la cadena biomecánica, eliminas el origen
del problema y, en la mayor parte de la ocasiones, la sintomatología va disminuyendo.
Una
pisada correcta (natural o inducida) es importante para la prevención de lesiones,
no solo de atletas, sino para el desarrollo óptimo de niños en crecimiento y de
adultos mayores para darle mayor estabilidad.
Línea Helbing
Con la plantilla personalizada se logra una línea recta (o un ángulo de 180°) |
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